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MERLÍN es E. Martínez
(Vidente e investigador.) Dcdo. y profesor universitario. Escritor y columnista.
Ojalá encuentres en el blog la información y/o ayuda que buscas.
Y agradecimientos a Blogger por el espacio ofrecido.

31 enero 2012

Hombre zodiacal

Según las más antiguas doctrinas astrológicas cada una de las partes del cuerpo se encuentra bajo la jurisdicción de un astro determinado.
Así, Saturno gobernaba la vejiga, los huesos, el bazo y los llamados "jugos circulantes". Júpiter gobernaba la bilis, los riñones, las venas y los órganos sexuales. Venus gobernaba el útero, los senos, los conductos espermáticos, las ijadas y las nalgas. Mercurio gobernaba la memoria, la imaginación, el cerebro y todos los procesos mentales, las manos, los pies, las piernas y la bilis. El Sol gobernaba el cerebro, los nervios, la orina, el ojo derecho del hombre, el ojo izquierdo de la mujer y los nervios ópticos. La Luna gobernaba la boca, el cerebro, el vientre, los intestinos, los órganos de reproducción, el ojo izquierdo del varón y el ojo derecho de la hembra, el hígado femenino y el lado izquierdo del cuerpo. Se consideraba que el Sol y la Luna eran elementos opuestos y que, por lo tanto, gobernaban partes opuestas del cuerpo.
Basándose en estos conceptos astrológicos y astronómicos, las curas para cualquier parte del cuerpo debían aplicarse en el momento adecuado: un ejemplo era la necesidad de tener los pies sumergidos en agua fría para poder sacar de la garganta una espina de pescado o bien la obligación de verter vinagre sobre la bisagra de una puerta para curar un dolor de cabeza.

Hombre zodiacal

Del mismo modo podemos observar las representaciones medievales del llamado "hombre zodiacal", una visión del cuerpo idealizado del hombre celestial, considerado como un microcosmos de principios celestes y cada signo del zodíaco iba asociado a una función específica del cuerpo. Lo que acontecía allá arriba, como la posición de un planeta en un signo, se reflejaba aquí abajo en el bienestar físico y mental de las personas.
Un ejemplo del hombre zodiacal lo podemos ver en la imagen de la derecha de un manuscrito francés del siglo XV.
El hombre zodiacal era un tema frecuente en toda la literatura medieval; hacia el siglo XVI la relación entre la astrología y el cuerpo humano estaba totalmente desarrollada, y los "humores" y padecimientos del paciente se diagnosticaban según su signo de nacimiento.