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MERLÍN es E. Martínez
(Vidente e investigador.) Dcdo. y profesor universitario. Escritor y columnista.
Ojalá encuentres en el blog la información y/o ayuda que buscas.
Y agradecimientos a Blogger por el espacio ofrecido.

23 junio 2011

La curiosa historia del cuadro El Niño llorón

El niño llorónNiño llorando, un cuadro muy popular que se vendía en las tiendas inglesas (sobre todo, pero también en otras partes del globo -su autor es italiano-), representa a un niño de rostro angelical con una lágrima que corre por su redonda mejilla rosada. Sin embargo, el retrato puede no ser tan inocente como aparenta.
La primera vez que se tuvo la impresión de que había algo curioso en ese cuadro fue cuando lo encontraron, intacto, entre los escombros de una casa totalmente destruida por un incendio. Durante los años que siguieron, se recopilaron medio centenar de relatos similares. Un caso típico ocurrió en una casa derruida casi por completo por el fuego. Todas las habitaciones y mobiliario quedaron destruidos por las llamas y este cuadro fue hallado sin tan siquiera una mancha.
Como la historia de El Niño llorón fue divulgada por la prensa, se llegó a decir que el cuadro era el verdadero responsable de los incendios ocurridos. Algunas personas que poseían dicho cuadro, convencidas de que estaba embrujado, lo retiraron de sus casas. Hubo alguien que lo dejó en la misma central de bomberos y ese mismo día un horno en la cocina se recalentó, quemando la cocina de estos.
Giovanni Bragolin, alias Bruno Amadio, es un pintor afincado en España tras la II Guerra Mundial que murió en 1981. Y es conocido básicamente por esta peculiar obra. Cuenta la historia que en él retrató a un niño de un orfanato. Años mas tarde el orfanato se incendió y el espíritu del pequeño quedó atrapado en la pintura. Desde entonces, se dice que quienes poseen el cuadro sufren desgracias y muertes, pues el cuadro está maldito.
Se dice que al ver el cuadro, uno siente como el niño de ojos llorosos y mirada tierna te sigue con la mirada, y te pone los pelos de punta. Mucha gente posee este cuadro, pero dice que solamente ataca a aquellos que descubren que el cuadro está encantado. En la noche se escuchan lamentos lejanos, el niño sale del cuadro, va a tu habitación y te mata, si es que no mueres antes de la impresión al ver su rostro endemoniado. Luego incendia la casa con todos adentro y borra así la evidencia de su crimen.
El cuadro del niño llorón es muy enigmático, desde la historia de su realización pasando por todas las cosas que se han dicho sobre el mismo. Y que
no solamente su autor pintase éste, si no todo un conjunto de lienzos basados en el mismo tema.
Cuenta la leyenda que este pintor, frustrado por su poca fama como artista plástico, decidió hacer un pacto con el diablo para que su obra fuera reconocida por la sociedad de entonces. Se cuenta incluso que este niño mató a su hermana menor y por eso fue condenado al infierno. Y es que existen cuadros de niñas lloronas, entre ellas la hermana de este niño.
Como curiosidad añadida se puede contar que si se voltea el cuadro 90 grados, echándole no mucha imaginación se puede divisar en las ropas del niño una especie de monstruo anfibio demoníaco, tratando de comérselo.

15 junio 2011

Runas

“Puedo trazar y esculpir runas poderosas que harán hablar a los muertos para que me contesten a todas mis preguntas…”
Estos inquietantes versos están tomados de la Edda, una de las sagas nórdicas de mayor antigüedad en donde se alude a los extraños símbolos ocultos que se hallan en muchos lugares septentrionales de Europa.
Según la leyenda, el dios nórdico Odín estuvo colgado nueve días y nueve noches del Árbol del Mundo y dio uno de sus ojos a cambio del conocimiento de las runas.
Hoy día los veinticuatro símbolos rúnicos elementales grabados en otras tantas piedras (o pintados sobre piezas de cerámica o madera) sirven, junto con una vigésimoquinta pieza que se deja en blanco, para rituales de adivinación. Subsisten, sin embargo, los rumores acerca de una poderosa magia rúnica que permite utilizar los arcanos poderes rúnicos para influir sobre el futuro, y no simplemente para consultarlo.

09 junio 2011

Casos en los que los fantasmas son amigos

Eileen Garrett"Los vi por primera vez en el umbral de la puerta. Me resultaron desconocidos, igual de desconocidos que cualquier otro niño". Así describió Eileen Garrett la llegada de sus tres compañeros espectrales de la infancia, que se marcharon cuando ella iba a cumplir 12 años. Esta sensible muchacha irlandesa, que más tarde llegaría a ser una famosa médium, afirmaba haber conocido a dos niñas y un niño en la granja de County Meath donde creció a principios del siglo XX. Los visitantes se convirtieron en sus compañeros del alma, dijo, y le hicieron más llevadera una infancia solitaria. Pero no eran como el resto de los niños, se comunicaban con cierto tipo de telepatía, y nunca revelaron sus nombres ni sus orígenes. Cuando la niña irlandesa les dijo que entraran con ella en la casa después de haber pasado todo el día jugando en el campo, "tuvieron miedo y dijeron que no". Los adultos de la granja nunca vieron a los niños, y creían que eran unos compañeros de juego imaginarios. Pero Garrett insistía en que ella no se había inventado los visitantes: "Nunca dudé de la realidad de 'mis Niños' ni del hecho de que hablábamos de una manera que los mayores no comprendían. Les toqué y vi que eran suaves y cálidos como yo. Había algo que los diferenciaba de los demás seres. Yo veía la forma de las personas ordinarias rodeada de un aura de luz, pero la forma de los Niños consistía por completo en esa luz".
Algunos estudiosos del tema creen que los niños representaban la visita de unos fantasmas llamados compañeros o consejeros, unos espíritus cuya misión parece ser la amistad y la orientación. En algunos casos, como en el de Eileen Garrett, se dice que los compañeros se quedan unos años. En otros, los espíritus realizan una o dos visitas y ya no se les vuelve a ver. Por ejemplo, una muchacha de dieciocho años, a quien su abuelo siempre había ayudado en los deberes escolares, dijo que su fantasma la visitó seis meses después de haber muerto mientras ella intentaba estudiar las lecciones del día. "Eran las tres de la madrugada y mi abuelo entró atravesando la pared de mi dormitorio, en medio de un círculo luminoso gris, con su cabeza y hombros claramente visibles. Me habló, y al día siguiente me di cuenta de que podía entender los problemas de clase".
Un buen número de aventureros han hablado también de la presencia de un espíritu guía, al que generalmente no se ve, que les ha ayudado en los momentos más difíciles. El explorador Ernest Shackleton que, en 1917, encabezó una épica marcha de tres hombres por las montañas de la Antártida, escribió: "Durante esa larga marcha de treinta y seis horas por las montañas y glaciares de South Georgia a menudo me pareció que éramos cuatro y no tres. Y Worsley y Crean (los compañeros de Shackleton) tenían la misma impresión". Para Shackleton, la presencia invisible, aunque fuera imaginada, les prestó un gran apoyo.